SANGRE sigue apareciendo en la red. Esta vez damos las gracias a Cristina Monteoliva por la reseña y la entrevista a Clara Peñalver en la web
La Biblioteca ImaginariaComenzamos esta calurosa semana de verano en La Biblioteca Imaginaria con la entrevista que tan amablemente nos concedió vía email la joven escritora Clara Peñalver, sobre todo, en relación a su novela de amor gótico de vampiros granadinos Sangre. Antes de dejaros con las palabras de la autora y más tarde con la reseña, me gustaría lanzar una pregunta que no sé si alguien me sabría contestar: ¿porqué en España funcionan tan bien las novelas de vampiros de corte juvenil o no cuando vienen del extranjero y, sin embargo, a los autores españoles les cuesta publicar sus obras?¿Supiste siempre que querías ser escritora?
No sé si siempre, pero escribo desde los trece o los catorce años y, desde esa edad, siempre había soñado con llegar a ver alguna de mis obras publicadas y estar en las ferias del libro del país firmando ejemplares a mis lectores. Era un sueño que por fin se ha hecho realidad. Para mí escribir es una necesidad, aprendo a conocerme plasmando lo que siento, mis historias o mis vivencias, en el papel.
¿Recuerdas cuándo comenzaste a interesarte por los vampiros?Claro que sí. Yo era un mico y estaba malita con gripe en mi casa. Mi hermano mayor, David, me alquiló un vhs en el videoclub: Vampire Hunter D. Es un anime japonés de vampiros y me dejó prendada. Desde ese día, la figura del vampiro ha estado siempre presente en mi vida. Todo tipo de vampiros, tanto los modernos como los clásicos. Aunque he de admitir que siento predilección por los clásicos.
¿Cómo surgió la idea de escribir “Sangre”?
Tras leer muchas novelas de vampiros y llegar a la conclusión de que siempre les faltaba algo, una pequeña chispa, decidí escribir la novela de vampiros perfecta para mí. Con esto no quiero decir que las demás no puedan ser perfectas, es una cuestión personal: cuando tienes la posibilidad de crear una historia a tu imagen y semejanza, intentas hacerlo. Yo elegía todo lo que me gustaba y eliminaba lo que no.
¿Por qué una narración en forma de diario?Es mi humilde tributo a Bram Stoker. Adoro Drácula y la narración a modo de diario se me ocurrió como un agradecimiento silencioso por haber creado una obra tan magnífica. Al escribir sangre, he tomado de cada autor lo que más me ha impactado, y he procurado que mis guiños a otras obras queden bien patentes.
La primera edición de “Sangre” fue precisamente una “autoedición”. ¿Tan difícil ha sido encontrar editorial para tu obra?Hoy en día es difícil llegar a publicar cualquier obra, máxime si le añadimos que soy una autora joven que escribe una novela gótica in tanto atípica y, por qué no, poco comercial. He utilizado todos los recursos que me hacen disfrutar al leer un libro y, no es que sean precisamente recurso que gusten a la generalidad de las personas. La violencia, el lenguaje excesivamente directo y la música metal son temas bastante delicados. Claro que, en mi defensa tengo que, a pesar de tratarse de una historia gótica atípica, el centro lo conforma una gran historia de amor, eso sí, también atípica, quizá demasiado visceral, pero amor al fin y al cabo.
¿Qué le dirías a alguien que se haya visto en tu misma situación?Que se ponga un objetivo y se proponga alcanzarlo. Me he dado cuenta de que en este mundo, para conseguir lo que realmente quieres, tienes que ser tenaz y, por qué no, un poco cabezón. Nunca hacer caso de un NO; transformarlo en SÍ o en QUIZÁ.
Volviendo a la novela: tus vampiros son muy diferentes a los que estamos acostumbrados. Algo que me ha llamado especialmente la atención es su repulsión por la carne. ¿A qué se debe realmente esta característica de ellos?Es una alteración genética pura y dura. Su única fuente proteica es la sangre humana y no son capaces de digerir otros alimentos de origen animal.
¿Te sientes identificada con el personaje de Valentina?Partiendo de la base de que Sangre, desde un inicio fue escrita por y para mí, sin plantearme la posibilidad de que saliese una novela con potencial para ser publicada, lo que intenté fue coger a una miniyó, usar las cosas que me gustan de mi persona y transformar las que no me gustan. Valentina tiene mucho de mí, reúne mis gustos en general en cuanto a música, cine, literatura y algunas formas extremas de pensar. Podríamos decir que Valentina soy yo, pero que yo no soy Valentina, por mucho que quisiera.
¿Crees que puede haber vampiros en el Albayzín o el Sacromonte sin que el resto de los granadinos nos hayamos dado cuenta?No lo sé. Pero me gustaría pensar que sí, porque la magia de Granada y de esas zonas es tan inmensa, que perfectamente podría servir de escenario a estos magníficos seres.
¿Qué esperas que encuentren los lectores en tu novela?
¿Qué espero que encuentren? No es lo que espero, sino lo que me gustaría. Me gustaría que Sangre les sirviera para abandonarse a sí mismos durante las horas de lectura. Me encantaría que se identificasen con alguno de los personajes. Adoraría que viviesen una vida paralela con mis palabras y que, al cerrar el libro, deseasen leer más.
¿Tienes ya nuevos proyectos literarios? ¿Una segunda parte de Sangre, tal vez?Sí, algo hay. En el mismo ejemplar de Sangre la editorial ha publicado el primer capítulo de mi siguiente novela: "Amor y muerte". No es una segunda parte de Sangre. De hecho, no me gustaría escribir una segunda parte de Sangre porque pienso que está bien tal cual. Quiero seguir explorando mi escritura y pretendo indagar un poco en un género que acabo de descubrir y al que yo llamo dulce-gore, con el que me siento tremendamente cómoda. Lo que hace falta es que le guste a mi futuro lector y le deje un buen sabor de boca.
Muchas gracias, Clara, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Esperamos que tanto Sangre como tu nueva novela tengan una gran acogida entre el público español, pues sabemos que hay muchos más lectores del género de lo que parece.
Amigos, como siempre, gracias por estar una semana más al otro lado.Cristina Monteoliva
Y la reseña del libroTítulo: Sangre
Autora: Clara Peñalver
Editorial: El Páramo
Págs: 248
Precio: 17,50 €
Hay ciudades con encanto, con ese “nosequé” difícil de explicar que hace que los viajeros se queden prendados, incluso decidiendo, a veces, permanecer en ellas para siempre. Granada, sin duda, para todos la que la conocemos, es una de esas ciudades. Y entre tantos habitantes bohemios que pueblan barrios tan emblemáticos como el Albaycín, por ejemplo, ¿por qué no pensar que algunos de ellos puedan ser más especiales de lo que creemos? Estoy hablando de vampiros, en concreto, de los de Sangre, la novela de Clara Peñalver que hoy os comento.
Valentina Varga es una escritora de novela romántica de temática fantástica que vive en el Albaycín, uno de los más bellos y antiguos barrios de Granada, prácticamente en el anonimato. El día que cumple los treinta años, Valentina descubre que ciertos cambios se están produciendo en su organismo, cambios sobre todo relacionados con sus gustos alimentarios. Pronto entenderá que no puede dejar de tomar sangre humana para sobrevivir. Pero, ¿será la única sorpresa que le depara su vida como treintañera?
Probablemente, después de leer el párrafo anterior, pensaréis que Sangre es una historia más de amor vampírico con algunos elementos fuertes de por medio que la hacen más apta para el público adulto que para el adolescente. No os voy a decir que sea falso, pues en realidad es la esencia de la historia.
Entonces, ¿porqué decantarse por Sangre y no por otra novela del género? En primer lugar, porque los vampiros de Sangre no se parecen en nada a otros de los que hemos tenido noticia en la literatura o el cine. Valentina y el resto de sus congéneres no pueden volar, ni tienen grandes colmillos, ni le temen al sol (aunque prefieran la noche). Viven muchos años, eso sí, y algunos deciden tomar solo sangre en su dieta. No suelen unirse en clanes, por su faceta misántropa, y, por la misma razón, no pueden enamorarse. ¿O quizá sí lleguen a hacerlo?
La narradora de Sangre, por otro lado, no es otra que la propia Valentina Varga, esa chica que se muestra confusa ante los nuevos cambios físicos y psicológicos que experimenta una vez que llega a los treinta años. Valentina elige, además, la fórmula del diario personal para acercarnos a su mundo, sus inquietudes y todas las aventuras que sin duda ha de vivir a lo largo de estas páginas, con lo que la empatía con el lector está prácticamente garantizada.
La Valentina protagonista es una chica de pocos amigos, deportista nata y con buenas dotes para la escritura, aunque no se sienta especialmente contenta con el género que le proporciona el dinero suficiente como para tener que preocuparse poco por su bienestar. Su mundo, como decíamos, empieza a cambiar el día que descubre el sabor de la sangre y esa necesidad física por tomarla. Valentina tendrá que aprender a sobrevivir como vampiresa, las reglas para no ser descubierta y mucho más.
Afortunadamente, Valentina no estará sola. La acompañan en su metamorfosis, entre otros, su buen amigo Peter, el ex bombero americano que regenta el pub propiedad de él y Valentina; Angélica, la amiga vampiresa que la adora y Axel, el vampiro con el que encontrará el amor y el sentido de su nueva vida.
Sangre, en definitiva, es una muy interesante historia de amor y sangre (valga la redundancia) en la que, más allá del entretenimiento, se busca encontrar una explicación biológica al vampirismo (bastante razonable, por cierto), si es que acaso este fenómeno llegara a existir. Gracias al estilo directo de Valentina Varga y a la agilidad de la acción, el lector quedará fácilmente atrapado entre las páginas de esta obra, como un vampiro de las letras, hasta el fin. ¿Y acaso no caerás tú también en la tentación de leer esta novela y comprobar si lo que te he dicho es o no verdad?
Si la literatura nos habla tanto de ellos, quizá es que los vampiros existen. Tal vez se escondan entre nosotros, pasen desapercibidos actuando discretamente. Puede que vivan en los barrios más discretos o en los más llamativos. En todo caso, si quieres conocer unos vampiros diferentes que deciden poblar las calles de Granada, no dejes de leer Sangre, pues estoy segura de que será una lectura que te sorprenderá.
Cristina Monteoliva